4° Encuentro de grupos de pacientes oncológicos Zárate 2011

martes, 1 de marzo de 2011

Una mamá ganadora da batalla al cáncer de su hijo en un blog


No dejó de acariciar su sueño. Ni cuando la sangre descendía de la nariz de su hijo Lucas, como las lágrimas en su rostro de madre; ni cuando debió sostener en sus manos mechones de pelo, en una sala de hospital. Primero, la batalla fue contra el linfoma de Hodgkin, luego contra la impotencia y el dolor. Hoy, comparte su historia con el mundo en un blog.




"Jamás imaginé que me iban a decir que Lucas tenía cáncer", recuerda Elda Martínez, autora del mejor blog de Paraguay 2010, rememorando el shock que causó en la familia el diagnóstico médico.



Un día tomó una valija para Buenos Aires, donde Lucas fue tratado del cáncer. Sin un lugar para vivir, ni qué comer "yo un día desaparecí y no volví más", dejando a sus tres hijas al cuidado de sus abuelas y de su marido Arturo Velázquez, que tuvo trabajar el doble para enviar dinero para el tratamiento de su hijo en el Hospital Gutiérrez, de Argentina.



La batalla contra la enfermedad había empezado, el milagro también. Nada era lógico, pero se refugió en su fe. Consciente de que si ella caía en depresión podría dañar aún más a su hijo, no vaciló ante los temores ni ante el cáncer que crecía en el pecho de Lucas. "La lucha más fuerte es la emocional", reflexiona.



Las aprensiones de esta artista plástica se esfumaron cuando se aferró de su fe y comenzaron los milagros que relata en la bitácora de internet.



"Me daba cuenta de que Dios tenía un propósito detrás de todo esto... hay gente que yo ni conozco, pero que me llama y me pregunta ¿necesitás algo?", comenta mientras acaricia a su inquieto hijo Lucas.



Hoy, el cáncer de su hijo está inactivo, los médicos llaman a esto estado de remisión. Sólo a partir del quinto año de haberse hecho la última quimioterapia y cuando no aparece de nuevo la enfermedad, se podrá decir que Lucas está curado.



Elda ya no vive de ilusiones, sino de realidades, considera importante mantener ese equilibrio de saber que en cualquier momento el cáncer puede volver, o que pueden haber secuelas, por eso no deja de confiar en Dios y de compartir su experiencia sin salir de la mesita de su hogar.



Entre pintar cuadros y venderlos, hoy se gana la vida esta señora de 35 años que escribe una línea en el blog desde marzo del año pasado, a veces cuando limpia la casa o bien en cualquier momento, en que surge una idea, un milagro, una inspiración.



La voluntad de ayudar a otros chicos la motivó a buscar la forma de solidarizarse con la gente que se encuentra en la misma situación que le tocó vivir. Contar su testimonio fue su fórmula. Un amigo le sugirió escribir su experiencia en un blog. Hoy, el mensaje de esperanza que transmite en "Mi hijo y yo en la lucha contra el cáncer" llega a todas partes del mundo.



Con voz firme, Elda distingue "no escribo sobre un milagro fantástico. Sé que existen los milagros instantáneos, como los milagros de sanidad, pero quiero que la gente comprenda cómo es un milagro a la larga, cómo se acompaña a la persona que sufre cuando la enfermedad no pasa, inclusive cuando no se para y cómo sostener a la persona en el sufrimiento".



No necesitó poner una oficina de ayuda contra el cáncer, ni de tener una relación fantástica con internet, ni con las herramientas de diseño para ganar el concurso. Asegura que nunca pensó en ganarlo. "Me inscribí porque creí que tal vez así alguien que lo necesitaba me leería", resume la autora de un blog que hoy es una bendición para muchos, por sus letras cargadas de esperanza.
LETRAS DE UN BLOG CONVERTIDAS EN LIBRO






A punto de terminar el relato de la forma milagrosa de vivir de su hijo, plasmado en un libro, Elda piensa que hay mucha gente que no tiene acceso a internet, ni sabe manejar la computadora, pero necesita conocer su lucha, por eso publicará próximamente un libro.



Además de esta iniciativa, reconoce entre los sueños que tiene en su corazón crear una fundación para los padres que llevan a sus hijos a Argentina para tratarse contra el cáncer, como ella lo hizo. "Mi idea también es tener un albergue" donde la familia de los chicos que sufren de cáncer puedan vivir", acota.



Viendo crecer a sus hijos, considera que ahora está viendo sus sueños cumplidos, manteniendo viva su esperanza.



Miedos y esperanzas. Los mayores son los que más temor sienten ante el cáncer y una posible muerte, según la blogger. "Los niños no creen en la muerte, en los chicos oncológicos eso es más fuerte, nosotros somos los que pensamos que se van a morir", asegura.



Sin perder la fe en que Lucas va a ser un chico normal y fuerte, y que va a arrasar con el mundo, ella dice estar preparada para recibir cualquier noticia. "La única forma es confiar en Dios", expresa emocionada la madre.

1 comentario:

  1. Gracias por compartir mi testimonio, espero que los papas que ven esto sepan que la lucha no es en vano, y sigan adelante, se puede. Ver que otros salieron ayuda, a mi me ayudo. Fuerza y abrazos a los valientes que no se dan por vencidos.

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