4° Encuentro de grupos de pacientes oncológicos Zárate 2011

viernes, 4 de mayo de 2012

SALVAR LA VIDA... DOS VECES!!!


Isabel, ex-paciente de leucemia aguda



Hola, mi nombre es Isabel y actualmente tengo 45 años. Estoy casada y tengo dos hijos: Juan e Isabel. Hace aproximadamente 10 años me diagnosticaron una Leucemia Aguda y la vida me cambió por completo. Pasé de hacer una vida normal con su rutina cotidiana a pasarme los días en hospitales y depender de médicos. Todo un mundo nuevo y extraño para mí. Activaron la búsqueda de médula y en un principio mi hermana era compatible. Todo preparado y 15 días antes, una llamada me hizo perder la esperanza. ¡No éramos compatibles! Finalmente, un año más tarde y pese al dichoso y escaso porcentaje que tenía, sorteé la enfermedad una primera vez con un autotrasplante (el primero de Can Ruti).

Parecía que todo funcionaba, y por qué no, me animé a tener otro hijo. Deseaba que Juan tuviera un hermanito. Durante mi embarazo volvió a aparecer de nuevo la enfermedad pero con mayor intensidad y sin espera. Todo se complicó, mi vida corría peligro y como no, la vida de mi niña también. Lo que tenía que ser un gran acontecimiento en mi vida, se transformó en una pesadilla. Aguantamos las dos gracias a transfusiones de sangre semanales y, de siete meses, nació Isabel. Una niña preciosa y sana, a pesar de algunas complicaciones que tuvo que superar.



Cuatro meses más tarde, de vuelta al hospital y vuelta a empezar con las quimios y con la esperanza de encontrar una médula compatible con la mía. Todo estaba preparado para la segunda quincena de febrero del año siguiente con un donante compatible y de nuevo se esfumó mi esperanza de vida: el donante se negó en el último momento. ¡No era posible que me estuviera pasando una segunda vez!

Pero "mi" gran equipo de hematólogos, mi segunda familia, no tiraron la toalla. Un trasplante de cordón umbilical de un niño americano ha hecho posible que hoy, cinco años más tarde, os pueda contar mi historia. ¡Parece mentira, pero he logrado vencer la enfermedad, no una, sino dos veces! He recuperado mi vida anterior.



Miro hacia atrás y recuerdo todo lo que he sufrido... yo, mi marido, mis hijos, mi familia... pero aquí estoy, disfrutando de la vida. Volví a estudiar, he vuelto a trabajar, llevo una vida completamente normal y mi gran proyecto de futuro es tan simple como VIVIR, disfrutar de mi familia y de las pequeñas cosas que pasan día a día, así de simple.

Esas pequeñas cosas que nos ofrece la vida es lo que nos hace grande como personas y nos ayudan a afrontar cualquier contratiempo.

¡Un saludo a todos!

Isabel

miércoles, 2 de mayo de 2012

TRASPLANTE DE CÉLULAS MADRE provenientes de cordón umbilical


Todas las claves del trasplante de cordón umbilical


MARÍA VALERIO
La actualidad informativa ha puesto sobre la mesa la realidad de los trasplantes de cordón umbilical. Más allá de la polémica entre los bancos privados y los bancos públicos, estas células ofrecen una esperanza para miles de pacientes con enfermedades como la leucemia o los linfomas. Los doctores Miguel Ángel Canales, del Servicio de Hematología del Hospital La Paz de Madrid, y Juan José Ortega, del Vall d'Hebron de Barcelona, resuelven para elmundo.es todas las dudas al respecto.

¿Qué son las células madre?
La sangre que hay en el cordón umbilical de un recién nacido es fuente de células madre o progenitores hematopoyéticos, a partir de las que se generan las células de la sangre durante toda la vida (glóbulos blancos, rojos y plaquetas). Estas unidades también pueden obtenerse de la médula ósea o de la propia sangre (más conocida como sangre periférica) mediante un proceso previo de estimulación.

¿Para qué se hace un trasplante?
Para el tratamiento de determinadas enfermedades de la sangre, como las leucemias o los linfomas (en niños también para ciertos trastornos metabólicos). El paciente debe someterse a agresivas sesiones de 'quimio' y radioterapia que acaben con todas las células malignas de su organismo. Estas terapias también aniquilan las células sanas de la médula ósea, por lo que se recurre a un trasplante que permita regenerar de nuevo la capacidad de la médula para fabricar los diferentes componentes sanguíneos. Este trasplante puede hacerse con células de la médula ósea de un donante compatible (emparentado o no con el receptor), en algunos casos procedentes del propio paciente (autólogo) o bien con las que hay en el cordón umbilical. Hoy por hoy, para ciertas leucemias y linfomas el único tratamiento posible es un trasplante.

¿En qué consiste?
En primer lugar, el paciente recibe altas dosis de quimioterapia para eliminar cualquier resto de enfermedad maligna residual. Después, debe someterse a una terapia con inmunosupresores para evitar el rechazo que pueda provocar en su organismo el elemento extraño que se va a transplantar. Es entonces cuando se realiza el injerto de progenitores hematopoyéticos para que las células progenitoras «aniden» en la médula y allí comiencen a dividirse. El objetivo es que el cien por cien de la médula del receptor esté 'ocupada' por células del donante. De otra manera, si aún persisten células propias el riesgo de recaída sería altísimo.

El procedimiento en sí mismo es similar al de una transfusión de sangre, sin ningún riesgo para el paciente, y dura alrededor de media hora. Una vez transfundido, eso sí, se enfrenta a todos los efectos secundarios propios de un trasplante, sobre todo al rechazo. También puede experimentar fiebre, escalofríos, náuseas o vómitos. Al tratarse de células más indiferenciadas, las posibilidades de rechazo por parte del receptor son menores que cuando se emplea la médula ósea adulta, aunque se teme que precisamente por ese mismo factor el peligro de recaídas sea algo mayor. Sin embargo, no existen aún suficientes estudios para asegurarlo.

¿Qué ventajas el cordón respecto a las otras posibilidades?
La principal ventaja es que está siempre disponible, la sangre está almacenada en uno de los seis bancos públicos españoles o en cualquier parte del mundo y no es necesario volver a localizar al donante ni hacerle pruebas adicionales. Esto acorta los tiempos de espera. Si encontrar un donante de médula ósea compatible puede costar cerca de tres meses, en el caso del cordón es cuestión de cuatro a seis semanas.

Además, hay más posibilidades de compatibilidad: Mientras con la médula se requiere que las células tengan ocho antígenos idénticos, con el cordón pueden fallar dos de seis elementos. Los antígenos forman parte de un sistema de 'etiquetado' en la superficie de la célula que sirve para diferenciar elementos propios del organismo de los cuerpos extraños.

¿Tiene algún riesgo o inconveniente?
Esta técnica es aún joven, tiene apenas cinco o diez años de experiencia, por lo que aún es pronto para hablar de efectos a largo plazo. Sin embargo, los últimos resultados presentados en la reunión anual de la Asociación Americana de Hematología indican que tiene resultados comparables a los del trasplante de médula. Se calcula que el implante tiene lugar en casi el 90% de los casos, aunque el efecto curativo del trasplante es muy variable dependiendo de la enfermedad, de la fase en que se encuentra, etc.

¿Puede reutilizarse la sangre para más de un paciente?
Cada unidad de sangre de cordón umbilical sólo puede emplearse con un único paciente. Inicialmente se consideraba a los niños los receptores ideales, porque las unidades contienen un número reducido de células; sin embargo, más recientemente, y gracias a las nuevas técnicas de recogida del material en el mismo paritorio, el cordón también puede emplearse en adultos. Recientemente se han realizado estudios piloto empleando dos unidades en pacientes adultos.

¿Cómo se conserva el cordón?
En todo el proceso, desde que se extrae la sangre tras el parto hasta que llega al banco en el que se almacenará, y posteriormente, hasta que se transfunde al paciente, los tiempos son fundamentales. En general, se considera que no pueden transcurrir más de 48 horas desde su obtención hasta que se congela. En ese tiempo se ha de hacer el recuento de células y el análisis de compatibilidad mediante los antígenos que permitirá posteriormente localizar al donante ideal. Además, la sangre debe ser sometida a un proceso de criopreservación para evitar que las bajas temperaturas de congelación (a -196ºC) rompan las células y las conviertan en duros cristales. Aunque no se han realizado estudios, se calcula que las células pueden permanecer congeladas sin problema indefinidamente; los estudios más recientes lo han comprobado transcurridos 10 años. En el momento del trasplante se procede a la descongelación con técnicas que garantizan su viabilidad (aún así, en el mejor de los casos, hay una pérdida del 20% de células). Las sustancias criopreservantes se eliminan en este proceso sin que exista ningún riesgo para el receptor. La infusión debe realizarse inmediatamente después de la descongelación.

¿Cómo se localiza una unidad compatible?
Para iniciar una búsqueda es necesario conocer los datos de los antígenos histológicos del paciente. La Red Española de Donantes de Médula Ósea (REDMO), gestionada por la Fundación José Carreras, en conexión con todos los bancos de sangre de cordón umbilical y todos los registros de médula del mundo, a través de bases de datos informatizadas, hace una primera selección. El centro trasplantador es, según los datos que reciba, el que decide la opción más conveniente. Las gestiones posteriores para la recomprobación de datos y el transporte de la unidad sanguínea se llevan a cabo por parte del hospital en colaboración con la Red.

¿Es ésta una tercera opción?
Se calcula que sólo en el 25% de los casos el paciente cuenta con un familiar compatible (fundamentalmente un hermano). En el 75% restante hay que recurrir a un donante. Si no existe un familiar compatible y está indicado el trasplante, la mayoría de las veces se inicia una búsqueda simultánea de una médula ósea y de una unidad de cordón. Dependiendo de las circunstancias, podría optarse por una u otra fuente en el caso de que existan las dos opciones: Si el factor tiempo es importante, se opta en general por la sangre de cordón, mientras que si lo que interesa es un mayor número de células progenitoras, la primera opción sería el trasplante de médula.

¿Cuántos trasplantes se han realizado en España?
Entre 1992 y 2005 en España se han realizado 1.082 trasplantes de progenitores hematopoyéticos, de ellos, 328 con sangre de cordón umbilical. Estos trasplantes han sido destinados a pacientes españoles y a enfermos del resto del mundo gracias a un registro internacional al que tiene acceso cualquier especialista para localizar muestras idóneas para cada paciente. Nuestro país cuenta con el Registro Español de Donantes de Médula Ósea (REDMO) que es el órgano que coordina las búsquedas. Se calcula que en nuestro país hay más de 20.000 unidades de sangre almacenadas, lo que nos convierte en el segundo país del mundo con más unidades de cordón. El primero es Estados Unidos. En todo el mundo se han efectuado cerca de 6.000 trasplantes de células de cordón hasta la fecha.