4° Encuentro de grupos de pacientes oncológicos Zárate 2011

lunes, 29 de agosto de 2011

LEUCEMIA


Avance en la lucha contra la leucemia

Científicos de EE.UU. alteraron genéticamente células que producen tejido del sistema inmunitario del cuerpo, que luego combatieron y eliminaron carcinomas malignos.



WASHINGTON (EFE).- Los linfocitos genéticamente modificados de pacientes con leucemia exterminaron los tumores y evitaron su reaparición al menos por un año, según un estudio de la Universidad de Pensilvania que publica hoy la revista Science Medicine Translational.



La leucemia es un tipo de cáncer que afecta la sangre y la médula ósea donde se forman las células sanguíneas, y la enfermedad ocurre cuando las células producidas en la médula se multiplican sin control.



Según la Sociedad de Leucemia y Linfoma, en el año 2010 unas 43.500 personas en Estados Unidos tuvieron un diagnóstico de leucemia, y unas 22.000 murieron por esa enfermedad.



Los investigadores del Centro Abramson de Cáncer y la Escuela Perelman de Medicina, en Pensilvania, probaron un método que consiste en la recolección de células del propio paciente y su modificación genética, para luego retornarlas al cuerpo del paciente sometido a quimioterapia.



El método ofrece un tratamiento para otras formas de cánceres, incluidos de pulmón y ovarios, y mieloma y melanoma, según el artículo que se publica también en la revista New England Journal of Medicine. “En un período de tres semanas los tumores fueron eliminados de una manera mucho más drástica que lo esperado”, dijo el autor principal del estudio, Carl June, profesor de Patología y Laboratorio de Medicina en el Centro Abramson.



Después de retirar las células del paciente, el equipo investigador las reprogramó para que atacaran a las células del tumor mediante una modificación en la cual usaron un vector de lentivirus. Estos son virus cuyo período de incubación es muy prolongado y de ahí su nombre, que alude a la lentitud con que se desarrollan los signos de las infecciones que producen.



El vector codifica una proteína similar a un anticuerpo, llamada receptor antígeno quimérico o CAR por su sigla en inglés, que se expresa en la superficie de los linfocitos o células T y están diseñadas para enlazarse con una proteína llamada CD19. Una vez que los linfocitos empiezan a expresar la proteína CAR, concentran todo su “furor asesino” en las células que expresan la CD19, que incluyen las células con leucemia linfática crónica y las células B normales.



ATAQUE PRECISO

Los linfocitos modificados no muestran interés alguno por todas las otras células en el paciente que no expresen la proteína CD19 y esto limita los efectos secundarios que, típicamente, acompañan a las terapias estándar, según el artículo.



Los pacientes reclutados para este estudio tenían pocas opciones de tratamiento y la única terapia potencial hubiese involucrado un trasplante de médula ósea, un procedimiento que requiere una prolongada hospitalización y tiene un riesgo de mortalidad del 20 por ciento.



“El número de células T modificadas aumentó por lo menos mil veces en cada uno de los pacientes”, comentó June, quien añadió que “los medicamentos no logran ese efecto y, además de la enorme capacidad de multiplicación estos linfocitos modificados son asesinos insaciables”.



“En promedio, cada linfocito causó la muerte de miles de células del tumor y, en conjunto destruyeron por lo menos casi un kilogramo de tumor en cada paciente”, agregó.



Los métodos de cultivo usados en esta prueba reactivan a linfocitos que habían sido suprimidos por la leucemia y estimula la generación de las llamada células T “de memoria”, con las cuales los científicos esperan lograr una protección contra la recurrencia del cáncer.



Todavía no se ha determinado la viabilidad a largo plazo del tratamiento, pero los médicos ya encontraron indicios de que meses después de la infusión de los linfocitos modificados las nuevas células se habían multiplicado y podían continuar su tarea de búsqueda y exterminio de las células cancerosas..



WASHINGTON (EFE).- Los linfocitos genéticamente modificados de pacientes con leucemia exterminaron los tumores y evitaron su reaparición al menos por un año, según un estudio de la Universidad de Pensilvania que publica hoy la revista Science Medicine Translational.



La leucemia es un tipo de cáncer que afecta la sangre y la médula ósea donde se forman las células sanguíneas, y la enfermedad ocurre cuando las células producidas en la médula se multiplican sin control.



Según la Sociedad de Leucemia y Linfoma, en el año 2010 unas 43.500 personas en Estados Unidos tuvieron un diagnóstico de leucemia, y unas 22.000 murieron por esa enfermedad.



Los investigadores del Centro Abramson de Cáncer y la Escuela Perelman de Medicina, en Pensilvania, probaron un método que consiste en la recolección de células del propio paciente y su modificación genética, para luego retornarlas al cuerpo del paciente sometido a quimioterapia.



El método ofrece un tratamiento para otras formas de cánceres, incluidos de pulmón y ovarios, y mieloma y melanoma, según el artículo que se publica también en la revista New England Journal of Medicine. “En un período de tres semanas los tumores fueron eliminados de una manera mucho más drástica que lo esperado”, dijo el autor principal del estudio, Carl June, profesor de Patología y Laboratorio de Medicina en el Centro Abramson.



Después de retirar las células del paciente, el equipo investigador las reprogramó para que atacaran a las células del tumor mediante una modificación en la cual usaron un vector de lentivirus. Estos son virus cuyo período de incubación es muy prolongado y de ahí su nombre, que alude a la lentitud con que se desarrollan los signos de las infecciones que producen.



El vector codifica una proteína similar a un anticuerpo, llamada receptor antígeno quimérico o CAR por su sigla en inglés, que se expresa en la superficie de los linfocitos o células T y están diseñadas para enlazarse con una proteína llamada CD19. Una vez que los linfocitos empiezan a expresar la proteína CAR, concentran todo su “furor asesino” en las células que expresan la CD19, que incluyen las células con leucemia linfática crónica y las células B normales.



ATAQUE PRECISO



Los linfocitos modificados no muestran interés alguno por todas las otras células en el paciente que no expresen la proteína CD19 y esto limita los efectos secundarios que, típicamente, acompañan a las terapias estándar, según el artículo.



Los pacientes reclutados para este estudio tenían pocas opciones de tratamiento y la única terapia potencial hubiese involucrado un trasplante de médula ósea, un procedimiento que requiere una prolongada hospitalización y tiene un riesgo de mortalidad del 20 por ciento.



“El número de células T modificadas aumentó por lo menos mil veces en cada uno de los pacientes”, comentó June, quien añadió que “los medicamentos no logran ese efecto y, además de la enorme capacidad de multiplicación estos linfocitos modificados son asesinos insaciables”.



“En promedio, cada linfocito causó la muerte de miles de células del tumor y, en conjunto destruyeron por lo menos casi un kilogramo de tumor en cada paciente”, agregó.



Los métodos de cultivo usados en esta prueba reactivan a linfocitos que habían sido suprimidos por la leucemia y estimula la generación de las llamada células T “de memoria”, con las cuales los científicos esperan lograr una protección contra la recurrencia del cáncer.



Todavía no se ha determinado la viabilidad a largo plazo del tratamiento, pero los médicos ya encontraron indicios de que meses después de la infusión de los linfocitos modificados las nuevas células se habían multiplicado y podían continuar su tarea de búsqueda y exterminio de las células cancerosas.



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