4° Encuentro de grupos de pacientes oncológicos Zárate 2011

jueves, 28 de junio de 2012

En el origen de la enfermedad...

Científicos del Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) de la Universidad de Navarra y del Centro de Investigación del Cáncer (CIC), del CSIC y la Universidad de Salamanca, handemostrado el papel de las células madre hematopoyéticas en el origen de los linfomas B

Los resultados del trabajo se han publicado en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America (PNAS), ha informado la Universidad de Navarra en un comunicado. 

En este trabajo, los investigadores han generado un nuevo modelo transgénico de ratón que desarrolla linfomas con las características principales del linfoma MALT humano. 

Hasta la fecha no ha sido posible desarrollar modelos experimentales de esta enfermedad en el laboratorio, por lo que estos ratones "serán unaherramienta esencial para estudiar la biología de estos linfomas y para evaluar nuevas estrategias terapéuticas", ha explicado José A. Martínez-Climent, investigador del Laboratorio de Oncología Molecular del CIMA. 

Uno de los aspectos más destacables de este trabajo es que el modelo animal se fundamenta en una modificación genética inducida en las células madre hematopoyéticas. 

Los resultados sugieren que estas células pueden estar implicadas en el desarrollo de los linfomas B maduros, "algo que no ha sido aceptado por la comunidad científica y es objeto de continuo debate", afirma el investigador. 

Los linfomas de células B son el tercer tipo de cáncer que ha presentado un mayor crecimiento durante los últimos años, después del melanoma y del cáncer de pulmón. 

Entre ellos, el linfoma denominado MALT supone el 8 por ciento y, a diferencia de otros linfomas, no se localiza en los ganglios linfáticos sino en estómago, pulmón, glándulas salivares, intestino, piel y tiroides.

LOS MITOS... visión negativa que perjudica la intención de donar


Donación de médula ósea: un oscuro mito aleja a los que necesitan un trasplante de quienes pueden ayudar  

Aunque en la práctica no es más que otra donación de sangre, mucha gente no dona por temor a sufrir una experiencia traumática


Por Nicolas Maldonado
Si la sola idea de ofrecerse como donante de médula genera en usted un súbito escalofrío, acaso le interese saber que eso de la jeringa clavada entre las vértebras de la espalda no es más que un mito. Con todo no es un mito cualquiera, sino uno que año tras año deja sin su última oportunidad de vida a muchas personas; entre ellas, eventualmente nosotros mismos o alguno de nuestros hijos.
Con casi diez años de trayectoria y grandes logros en su haber, el Registro Nacional de Donantes de médula ósea sigue encontrando uno de sus mayores obstáculos en el propio desconocimiento de la sociedad. Y es que “mucha gente todavía le tiene miedo a donar porque confunde la médula ósea con la médula espinal”, reconoce su director, el doctor Gustavo Piccinelli.
Lejos de lo que la mayoría cree, la donación de médula no es más que una donación de sangre que puede hacerse sin anestesia y con apenas un pinchazo en el brazo. Pero además es una donación que aún en el caso de que estemos dispuestos a hacer difícilmente llegue a concretarse alguna vez en nuestra vida.
De hecho, de los más de 65 mil donantes que reúne el Registro Nacional a cargo del INCUCAI, apenas 17 de ellos han sido requeridos en los últimos nueve años para contribuir a un trasplante de médula. Así de baja es la probabilidad de que un donante inscripto resulte compatible con una persona que lucha por su vida a causa de una leucemia, un linfoma o una anemia aplástica entre otras enfermedades.
Pero lo cierto es que en esa baja chance reside precisamente la importancia de anotarse como donantes. Y es que desde el momento en que sólo una de cada cuatro personas encuentra un donante compatible en su grupo familiar y la posibilidad de hallarlo fuera de la familia es de una en más de un millón, hace falta que mucha gente esté dispuesta a que le pinchen un brazo para que otras tantas no mueran pudiendo salvarse.
EL PRIMER PASO
Lo que se conoce popularmente como trasplante de médula es en realidad un trasplante de células específicas llamadas progenitoras o madres, porque son capaces de originar otras células. Si bien éstas se encuentran en la médula ósea (el tejido esponjoso de la parte central de los huesos = “el caracú”) pueden hallarse también en el torrente sanguíneo de una persona.
De ahí que el procedimiento más extendido para obtener células progenitoras para un trasplante consiste en un tipo de extracción de sangre mediante un método que se denomina aféresis. Pero para que esto llegue a concretarse debe cumplirse antes un gran número de requisitos. Y el primero de ellos, el más importante, es manifestar la propia voluntad de donar.
Además de tener entre 18 y 55 años y pesar más de cincuenta kilos, “las personas que están dispuestas a donar médula deben en principio anotarse en el Registro”, explica Adrián Mazzeo, uno de los responsables de la captación de donantes en el Instituto de Hemoterapia de La Plata, donde hay ya unos 8.674 voluntarios inscriptos.
Lejos de lo que la mayoría de la gente cree, la donación de médula no es más que una donación de sangre que puede hacerse sin anestesia y con sólo un pinchazo
Una vez dado ese paso, el procedimiento sigue como una donación de sangre común y corriente. “El donante debe responder un cuestionario médico, llenar una planilla de inscripción y firmar un consentimiento informado en el que reconoce haber obtenido respuestas a sus posibles dudas. Luego de eso se le extrae una unidad de sangre de la que se toma una muestra para determinar su perfil genético.
“Más allá de permitir asegurarse de que la persona entendió bien en qué consiste la donación -explica Mazzeo- el consentimiento informado es muy importante porque incluye una cláusula que le da la tranquilidad de que puede dar marcha atrás en cualquier momento. Como la donación es voluntaria, todo donante tiene el derecho a cambiar de decisión cuando lo desee”.
UNO EN MAS DE UN MILLON
Una vez realizada la tipificación genética del donante, esa información, que es de carácter confidencial, pasa a incorporarse al Registro Nacional, que a su vez forma parte de una red mundial. Es así que cada vez que alguien requiere un trasplante de médula se dispara una búsqueda de donante compatible no sólo entre los inscriptos en nuestro país sino entre los cerca de 18 millones que hay en el mundo.
Aun así, muchas búsquedas no encuentran respuestas. De hecho, si bien para el trasplante de médula ósea no existe lista de espera, ya que basta una rápida consulta informática para comprobar si se dispone o no de un donante compatible, “en nuestra provincia hay en este momento 17 chiquitos que no encuentran donantes compatibles”, asegura Mabel López, quien en el año 2000 perdió a su hija a causa de una leucemia y es una legendaria impulsora de la donación de médula de nuestra ciudad.
“Necesitamos que cada vez más gente se inscriba en el registro porque en nuestro país hay una gran diversidad de razas y resulta todavía más difícil dar con un donante compatible no emparentado en caso de necesidad. Además hay que entender que nadie está exento de necesitar alguna vez un trasplante para sí mismo o para un ser querido”, dice Mabel.
“Las enfermedades que llevan a requerir un trasplante de células progenitoras no hacen distinción de edad: atacan tanto a chicos y jóvenes como a personas adultas”, confirma el doctor Piccinelli al comentar que la gran mayoría de las intervenciones realizadas hasta el momento en el país se concretaron gracias a donantes extranjeros.
Sucede que si bien el Registro Nacional cuenta con más de 65 mil inscriptos, de los cuales más la mitad participa ya de la red mundial, sólo 17 de los 350 trasplantes de médula que se realizaron en el país en los últimos nueve años fueron de donantes argentinos; el resto se hizo con células progenitoras donadas por personas de Estados Unidos, Alemania, España y otros países con un gran conciencia de la donación.
“En el caso de que se disponga de alguien compatible con la persona que requiere un trasplante, lo que hace el Registro es contactar a ese donante para consultarle si sigue interesado en donar. Y en caso de ser así se repiten los estudios para confirmar que su mapa genético sea 100% compatible con el receptor”, explica Mazzeo.
Si todo esta bien, lo que se hace habitualmente es fijar una fecha de donación y unos días antes darle al donante una serie de vacunas que facilitan la liberación de células progenitoras de la médula al torrente sanguíneo. Esta forma de extracción, que se denomina “por aféresis”, se realiza mediante una máquina que toma la sangre del paciente desde una vena de su brazo, la filtra y captura las células progenitoras que necesita el receptor, un procedimiento que dura entre dos y tres horas y no requiere anestesia.
Para muchos de los que anotan en el Registro, el hecho de que alguna vez se los convoque para concretar la donación, lejos de una experiencia traumática es un momento esperado con ganas. Como lo resume Micaela Maldonado, una de las donantes inscriptas, “es darle una posibilidad de vida a otro y confiar en que otro lo haga alguna vez también por vos”.

INCUCAI INFORMA



BUENOS AIRES | 26-06-2012 | Zona Norte

Capacitan sobre células madres en el Hospital Infantil de San Isidro

Especialistas del Garrahan dictaron un curso a obstetras, obstrétricas, técnicos de hemoterapia y personal de enfermería; es en el marco de un convenio firmado en mayo entre la municipalidad y el hospital de pediatría para la donación de sangre de cordón umbilical.
En las instalaciones del hospital municipal materno Infantil “Dr. Carlos Gianantonio”, de San Isidro, se realizó esta mañana una capacitación sobre células madres. El curso estuvo a cargo de profesionales del hospital de pediatría Garrahan, quienes capacitaron a obstetras, obstrétricas, técnicos de hemoterapia y personal de enfermería.

La directora del materno infantil, Susana Vázquez, explicó que el curso -dictado por personal de hemoterapia del Garrahan- está destinado a los profesionales del hospital que intervienen en la extracción de sangre del cordón umbilical (SCU), para que ese proceso sea adecuado. La capacitación se enmarca en el convenio firmado entre el Municipio y el Garrahan, en el mes mayo pasado, por el que San Isidro se convirtió en el primer municipio bonaerense que donará SCU al banco público de células madre.

“Se capacitan médicos de guardia, obstétricas y licenciadas en enfermería de quirófano, para que todos tengan un panorama cierto de cómo debe ser tratada esa sangre. Luego ellos mismos capacitarán a otro grupo de profesionales de este establecimiento sanitario”, agregó Vázquez.

El hospital materno infantil tiene aproximadamente un promedio de 2800 partos anuales. “La importancia de estas células madres utilizadas para enfermedades sanguíneas como leucemias o linfomas es que se están donando a un banco público como el del Garrahan. Significa que esa sangre está a disposición de quien la necesite”, concluyó Vázquez. 

martes, 19 de junio de 2012

FARMACOPEA: CÉLULAS MADRE


Canadá se convierte en el primer país en aprobar un fármaco con células madre

El medicamento va dirigido a los niños que padecen la enfermedad injerto contra huésped

La patología mata al 80% de los que la sufren

Canadá se ha convertido en el primer país del mundo en aprobar un fármaco, Prochymal, que contiene como ingrediente activo células madre y que va dirigido a tratar la enfermedad injerto contra huésped (EICH) en niños -que ocurre en un trasplante de médula ósea o de células madre que involucra a un donante y a un receptor-, una complicación devastadora que mata a más del 80% de los menores que la padecen, según ha informado el Departamento de Salud Canadiense en un comunicado de prensa.
“Estamos orgullosos que nuestro país lleve la ventaja en la terapia celular y sobre todo que esta histórica decisión beneficie a niños que sin este fármaco tendrían poca esperanza”, ha dicho en el mismo comunicado Andrew Daly, profesor asociado clínico del Departamento de Medicina y Oncología de la Universidad de Calgary.
La enfermedad de EICH representaba hasta el momento una necesidad médica no cubierta. Esta patología es la principal causa de mortalidad relacionada con los trasplantes y consiste en que las células inmunes de la médula ósea trasplantada reconocen al receptor como extraño. Cuando esto sucede, las células atacan el cuerpo del receptor del trasplante. La EICH aguda generalmente sucede dentro de los primeros 3 meses después de la operación, mientras que la crónica por lo general empieza más tarde y puede durar toda una vida.
En su estadio agudo puede causar ampollas en la piel, hemorragias intestinales e insuficiencia hepática, en los casos más graves es extremadamente dolorosa y mortal en el 80% de los casos, según se explica en el comunicado. Hasta ahora el principal tratamiento se limitaba al uso de esteroides, con un tasa de éxito entre el 30% y el 50%.
La aprobación de dicho medicamento se hizo tras un consejo de profesionales independiente encargado de evaluar su eficacia y seguridad. Y finalmente ha sido aprobado para el tratamiento de la EICH aguda para niños que no responden al tratamiento con esteroides. Estudios clínicos demostraron una respuesta significativa tras 28 días en el 61%-64% de los pacientes. Además, los resultados mostraron una mejoría en cuanto a la supervivencia, siendo más pronunciada en los pacientes que se encontraban en los estadios más severos de la enfermedad.
Prochymal se convierte así en el primer medicamento que contiene como ingrediente células madre mesenquimales -también conocidas como células madre estromales o MSC, son células multipotentes primitivas con la capacidad de diferenciarse en diversos tipos de células-. Este medicamento es una fórmula intravenosa que se deriva de células de la médula ósea de donantes adultos sanos de edades comprendidas entre los 18 y los 30 años. Este fármaco está desarrollado por los laboratorios Osiris Therapeutics y las células seleccionadas de una médula ósea se mantienen en cultivo. La compañía afirma que “a partir de un donante se pueden conseguir unas 10.000 dosis”. Debido al uso de células madre adultas, esta acción no conlleva las preocupaciones éticas de las embrionarias, añade la agencia Reuters.
Las células madres ya se usan en medicina. Células madre de la médula ósea se utilizan sobre todo para combatir varios tipos de cáncer y enfermedades genéticas. “Sin embargo, los transplantes son procedimientos terapéuticos, no medicamentos vendidos por una farmacéutica”, señala el diario The New York Times.
“Hoy es un gran día para todos los involucrados en el desarrollo responsable de las terapias con células madre", ha explicado Randal C. Mills, presidente y consejero delegado de Osiris. Mills ha señalado además que la Agencia de Medicamentos norteamericana exige más datos para su aprobación en EE UU, por eso lo intentaron primero en Canadá.

viernes, 15 de junio de 2012

Novedades importantes en el tema CÉLULAS MADRE


Crean una vena con células madre para curar a una nena

POR VALERIA ROMÁN

Lograron evitar así un trasplante de hígado. Ocurrió en Suecia. La paciente, de diez años, padecía una obstrucción sanguínea grave. Valiéndose de un donante cadavérico, le hicieron un conducto artificial nuevo y lograron implantarlo con éxito.
INFOGRAFIA. Cómo fue el procedimiento.


15/06/12
Por primera vez, se implantó exitosamente una vena producida a partir de células madre de la propia paciente. Ocurrió en Gotemburgo, Suecia: la paciente, de 10 años, tenía una seria obstrucción en una vena que lleva sangre desde el intestino al hígado. Al tener una nueva vena, mejoró su calidad de vida, según afirmaron los investigadores en el trabajo publicado esta semana en la revista científicaThe Lancet .
La nueva vena fue el resultado de un estudio considerado como “prueba de concepto” por los investigadores de la Universidad de Gotemburgo, que contaron con el financiamiento del gobierno sueco. Abrieron la posibilidad de que se puedan producir venas para pacientes que estuvieron mucho tiempo en diálisis o para la cirugía del bypass en el corazón. “Una de las ventajas es que los pacientes no necesitarían recibir fármacos inmunosupresores después de recibir la vena, porque incluye células propias. Este estudio señala que las células madre están para quedarse”, dijo a Clarín Luis de la Fuente, cardiólogo intervencionista del Instituto Argentino de Diagnóstico y Tratamiento (IADT), quien años atrás desarrolló un trabajo con células madre en pacientes con infartos.
El trabajo publicado ahora “establece la posibilidad y la seguridad de un nuevo paradigma para tratamiento, en casos de insuficiencia venosa, venas obstruidas o venas antólogas inadecuadas”, escribieron en The Lancet los autores, liderados por el profesor Suchitra Sumitran-Holgersson.
La paciente de 10 años enfrentaba una situación dramática. La obstrucción venosa que padecía podía complicarse más y llevarla a la muerte. Para esos cuadros, se habían hecho intentos a través de venas umbilicales o por injertos artificiales para construir un puente para sortear la obstrucción, con resultados variados. Pero los investigadores de Gotemburgo buscaron otra solución para el caso de la niña, cuyo nombre se mantuvo en reserva. Hicieron uso de células madre, que son capaces de auto-renovarse, y madurar en células especializadas.
Primero, los científicos tomaron un segmento de una vena de un donante cadavérico y le removieron las células. Al tubo que quedó le inyectaron células madre de la médula ósea de la paciente. Dos semanas después, el injerto fue reimplantado como un puente para conectar el intestino y el hígado. No hubo complicaciones, y la nena creció en altura y peso. Al año, se registró una baja en el flujo de sangre, y le volvieron a realizar un segundo injerto con el mismo procedimiento con las células madre. La nena mejoró y hasta puede practicar gimnasia leve. Otro punto favorable: el cuerpo de la nena no desarrolló anticuerpos contra el injerto a pesar de que no tomó fármacos inmunosupresores. Este tipo de tratamiento saldría entre 6.000 y 10.000 dólares por paciente. “El resultado es interesante, aunque se necesitarán más ensayos –comentó Gustavo Sevlever, director de docencia e investigación del Fleni–. Se necesitarán ensayos más formales para evaluar la verdadera utilidad”.

LA MÉDULA ÓSEA. Desde la Fundación JOSÉ CARRERAS


La médula ósea

La médula ósea es un tejido esponjoso que se encuentra en el interior de algunos de los huesos del cuerpo como las crestas ilíacas (hueso de la cadera), el esternón o los huesos del cráneo. En el lenguaje coloquial se le llama tuétano.
Muchas veces se confunde con la médula espinal. Sin embargo, no tienen absolutamente nada que ver. Sus funciones son totalmente distintas. La médula espinal se encuentra en la columna vertebral y transmite los impulsos nerviosos desde el cerebro hacia todo el cuerpo y viceversa.
La médula ósea contiene células inmaduras llamadas células madre hematopoyéticas que son las células madre que forman la sangre. Éstas se dividen para crear más células que daran lugar a todas las células de la sangre, y se transforman en una de las tres clases de células sanguíneas: los glóbulos blancos que nos defienden de las infecciones; los glóbulos rojos que transportan el oxígeno en el cuerpo; o las plaquetas que ayudan a que coagule la sangre.
médula ósea CAST
Ilustración de Carmen Bueno
La médula ósea puede trasplantarse, ya que puede extraerse de un hueso de donante vivo, generalmente de la cadera, mediante una punción y aspiración y transfundirse al sistema circulatorio del receptor si existe compatibilidad del sistema HLA (compatibilidad entre donante y receptor). Las células madre transfundidas anidarán en la médula ósea de los huesos del receptor. Es lo que se llama trasplante de médula ósea.
Con el fin de minimizar los posibles efectos secundarios, los médicos intentan trasplantar las células madre más compatibles con las del paciente. Cada persona tiene un conjunto distinto de proteínas, llamadas antígenos del grupo leucocitario humano A (HLA) en la superficie de las células. Este conjunto de proteínas, llamado tipo HLA, se identifica por medio de un análisis especial de sangre.
Cuanto mayor sea el número de antígenos HLA compatibles, mayor será la posibilidad de que el cuerpo del paciente acepte las células madre del donante.
Es más probable que sean compatibles los HLA del paciente con los de sus parientes cercanos, especialmente con los HLA de sus hermanos, que con los HLA de personas no emparentadas. Sin embargo, sólo 1 de cada 4 pacientes tiene un familiar compatible. Los demás han de recurrir a registros de donantes de médula ósea como el REDMO, en España, que gestiona la Fundación Josep Carreras.
Medul·la òssia
Vista microscópica de la médula ósea de una persona sana
Medul·la òssia LLA Leucèmia Limfoblàstica Aguda
Vista microscópica de la médula ósea en un paciente con Leucemia Linfoblástica Aguda

viernes, 4 de mayo de 2012

SALVAR LA VIDA... DOS VECES!!!


Isabel, ex-paciente de leucemia aguda



Hola, mi nombre es Isabel y actualmente tengo 45 años. Estoy casada y tengo dos hijos: Juan e Isabel. Hace aproximadamente 10 años me diagnosticaron una Leucemia Aguda y la vida me cambió por completo. Pasé de hacer una vida normal con su rutina cotidiana a pasarme los días en hospitales y depender de médicos. Todo un mundo nuevo y extraño para mí. Activaron la búsqueda de médula y en un principio mi hermana era compatible. Todo preparado y 15 días antes, una llamada me hizo perder la esperanza. ¡No éramos compatibles! Finalmente, un año más tarde y pese al dichoso y escaso porcentaje que tenía, sorteé la enfermedad una primera vez con un autotrasplante (el primero de Can Ruti).

Parecía que todo funcionaba, y por qué no, me animé a tener otro hijo. Deseaba que Juan tuviera un hermanito. Durante mi embarazo volvió a aparecer de nuevo la enfermedad pero con mayor intensidad y sin espera. Todo se complicó, mi vida corría peligro y como no, la vida de mi niña también. Lo que tenía que ser un gran acontecimiento en mi vida, se transformó en una pesadilla. Aguantamos las dos gracias a transfusiones de sangre semanales y, de siete meses, nació Isabel. Una niña preciosa y sana, a pesar de algunas complicaciones que tuvo que superar.



Cuatro meses más tarde, de vuelta al hospital y vuelta a empezar con las quimios y con la esperanza de encontrar una médula compatible con la mía. Todo estaba preparado para la segunda quincena de febrero del año siguiente con un donante compatible y de nuevo se esfumó mi esperanza de vida: el donante se negó en el último momento. ¡No era posible que me estuviera pasando una segunda vez!

Pero "mi" gran equipo de hematólogos, mi segunda familia, no tiraron la toalla. Un trasplante de cordón umbilical de un niño americano ha hecho posible que hoy, cinco años más tarde, os pueda contar mi historia. ¡Parece mentira, pero he logrado vencer la enfermedad, no una, sino dos veces! He recuperado mi vida anterior.



Miro hacia atrás y recuerdo todo lo que he sufrido... yo, mi marido, mis hijos, mi familia... pero aquí estoy, disfrutando de la vida. Volví a estudiar, he vuelto a trabajar, llevo una vida completamente normal y mi gran proyecto de futuro es tan simple como VIVIR, disfrutar de mi familia y de las pequeñas cosas que pasan día a día, así de simple.

Esas pequeñas cosas que nos ofrece la vida es lo que nos hace grande como personas y nos ayudan a afrontar cualquier contratiempo.

¡Un saludo a todos!

Isabel

miércoles, 2 de mayo de 2012

TRASPLANTE DE CÉLULAS MADRE provenientes de cordón umbilical


Todas las claves del trasplante de cordón umbilical


MARÍA VALERIO
La actualidad informativa ha puesto sobre la mesa la realidad de los trasplantes de cordón umbilical. Más allá de la polémica entre los bancos privados y los bancos públicos, estas células ofrecen una esperanza para miles de pacientes con enfermedades como la leucemia o los linfomas. Los doctores Miguel Ángel Canales, del Servicio de Hematología del Hospital La Paz de Madrid, y Juan José Ortega, del Vall d'Hebron de Barcelona, resuelven para elmundo.es todas las dudas al respecto.

¿Qué son las células madre?
La sangre que hay en el cordón umbilical de un recién nacido es fuente de células madre o progenitores hematopoyéticos, a partir de las que se generan las células de la sangre durante toda la vida (glóbulos blancos, rojos y plaquetas). Estas unidades también pueden obtenerse de la médula ósea o de la propia sangre (más conocida como sangre periférica) mediante un proceso previo de estimulación.

¿Para qué se hace un trasplante?
Para el tratamiento de determinadas enfermedades de la sangre, como las leucemias o los linfomas (en niños también para ciertos trastornos metabólicos). El paciente debe someterse a agresivas sesiones de 'quimio' y radioterapia que acaben con todas las células malignas de su organismo. Estas terapias también aniquilan las células sanas de la médula ósea, por lo que se recurre a un trasplante que permita regenerar de nuevo la capacidad de la médula para fabricar los diferentes componentes sanguíneos. Este trasplante puede hacerse con células de la médula ósea de un donante compatible (emparentado o no con el receptor), en algunos casos procedentes del propio paciente (autólogo) o bien con las que hay en el cordón umbilical. Hoy por hoy, para ciertas leucemias y linfomas el único tratamiento posible es un trasplante.

¿En qué consiste?
En primer lugar, el paciente recibe altas dosis de quimioterapia para eliminar cualquier resto de enfermedad maligna residual. Después, debe someterse a una terapia con inmunosupresores para evitar el rechazo que pueda provocar en su organismo el elemento extraño que se va a transplantar. Es entonces cuando se realiza el injerto de progenitores hematopoyéticos para que las células progenitoras «aniden» en la médula y allí comiencen a dividirse. El objetivo es que el cien por cien de la médula del receptor esté 'ocupada' por células del donante. De otra manera, si aún persisten células propias el riesgo de recaída sería altísimo.

El procedimiento en sí mismo es similar al de una transfusión de sangre, sin ningún riesgo para el paciente, y dura alrededor de media hora. Una vez transfundido, eso sí, se enfrenta a todos los efectos secundarios propios de un trasplante, sobre todo al rechazo. También puede experimentar fiebre, escalofríos, náuseas o vómitos. Al tratarse de células más indiferenciadas, las posibilidades de rechazo por parte del receptor son menores que cuando se emplea la médula ósea adulta, aunque se teme que precisamente por ese mismo factor el peligro de recaídas sea algo mayor. Sin embargo, no existen aún suficientes estudios para asegurarlo.

¿Qué ventajas el cordón respecto a las otras posibilidades?
La principal ventaja es que está siempre disponible, la sangre está almacenada en uno de los seis bancos públicos españoles o en cualquier parte del mundo y no es necesario volver a localizar al donante ni hacerle pruebas adicionales. Esto acorta los tiempos de espera. Si encontrar un donante de médula ósea compatible puede costar cerca de tres meses, en el caso del cordón es cuestión de cuatro a seis semanas.

Además, hay más posibilidades de compatibilidad: Mientras con la médula se requiere que las células tengan ocho antígenos idénticos, con el cordón pueden fallar dos de seis elementos. Los antígenos forman parte de un sistema de 'etiquetado' en la superficie de la célula que sirve para diferenciar elementos propios del organismo de los cuerpos extraños.

¿Tiene algún riesgo o inconveniente?
Esta técnica es aún joven, tiene apenas cinco o diez años de experiencia, por lo que aún es pronto para hablar de efectos a largo plazo. Sin embargo, los últimos resultados presentados en la reunión anual de la Asociación Americana de Hematología indican que tiene resultados comparables a los del trasplante de médula. Se calcula que el implante tiene lugar en casi el 90% de los casos, aunque el efecto curativo del trasplante es muy variable dependiendo de la enfermedad, de la fase en que se encuentra, etc.

¿Puede reutilizarse la sangre para más de un paciente?
Cada unidad de sangre de cordón umbilical sólo puede emplearse con un único paciente. Inicialmente se consideraba a los niños los receptores ideales, porque las unidades contienen un número reducido de células; sin embargo, más recientemente, y gracias a las nuevas técnicas de recogida del material en el mismo paritorio, el cordón también puede emplearse en adultos. Recientemente se han realizado estudios piloto empleando dos unidades en pacientes adultos.

¿Cómo se conserva el cordón?
En todo el proceso, desde que se extrae la sangre tras el parto hasta que llega al banco en el que se almacenará, y posteriormente, hasta que se transfunde al paciente, los tiempos son fundamentales. En general, se considera que no pueden transcurrir más de 48 horas desde su obtención hasta que se congela. En ese tiempo se ha de hacer el recuento de células y el análisis de compatibilidad mediante los antígenos que permitirá posteriormente localizar al donante ideal. Además, la sangre debe ser sometida a un proceso de criopreservación para evitar que las bajas temperaturas de congelación (a -196ºC) rompan las células y las conviertan en duros cristales. Aunque no se han realizado estudios, se calcula que las células pueden permanecer congeladas sin problema indefinidamente; los estudios más recientes lo han comprobado transcurridos 10 años. En el momento del trasplante se procede a la descongelación con técnicas que garantizan su viabilidad (aún así, en el mejor de los casos, hay una pérdida del 20% de células). Las sustancias criopreservantes se eliminan en este proceso sin que exista ningún riesgo para el receptor. La infusión debe realizarse inmediatamente después de la descongelación.

¿Cómo se localiza una unidad compatible?
Para iniciar una búsqueda es necesario conocer los datos de los antígenos histológicos del paciente. La Red Española de Donantes de Médula Ósea (REDMO), gestionada por la Fundación José Carreras, en conexión con todos los bancos de sangre de cordón umbilical y todos los registros de médula del mundo, a través de bases de datos informatizadas, hace una primera selección. El centro trasplantador es, según los datos que reciba, el que decide la opción más conveniente. Las gestiones posteriores para la recomprobación de datos y el transporte de la unidad sanguínea se llevan a cabo por parte del hospital en colaboración con la Red.

¿Es ésta una tercera opción?
Se calcula que sólo en el 25% de los casos el paciente cuenta con un familiar compatible (fundamentalmente un hermano). En el 75% restante hay que recurrir a un donante. Si no existe un familiar compatible y está indicado el trasplante, la mayoría de las veces se inicia una búsqueda simultánea de una médula ósea y de una unidad de cordón. Dependiendo de las circunstancias, podría optarse por una u otra fuente en el caso de que existan las dos opciones: Si el factor tiempo es importante, se opta en general por la sangre de cordón, mientras que si lo que interesa es un mayor número de células progenitoras, la primera opción sería el trasplante de médula.

¿Cuántos trasplantes se han realizado en España?
Entre 1992 y 2005 en España se han realizado 1.082 trasplantes de progenitores hematopoyéticos, de ellos, 328 con sangre de cordón umbilical. Estos trasplantes han sido destinados a pacientes españoles y a enfermos del resto del mundo gracias a un registro internacional al que tiene acceso cualquier especialista para localizar muestras idóneas para cada paciente. Nuestro país cuenta con el Registro Español de Donantes de Médula Ósea (REDMO) que es el órgano que coordina las búsquedas. Se calcula que en nuestro país hay más de 20.000 unidades de sangre almacenadas, lo que nos convierte en el segundo país del mundo con más unidades de cordón. El primero es Estados Unidos. En todo el mundo se han efectuado cerca de 6.000 trasplantes de células de cordón hasta la fecha.

jueves, 22 de marzo de 2012

MÉDULA ÓSEA - CONCIENCIA SOLIDARIA

ESTIRA EL BRAZO Y DÉJATE PINCHAR...

Qué lindo sería, lector, que en este momento te sientas inquieto y algo incómodo con vos mismo; que te esté aturdiendo ese murmullo interno que repite que es tiempo de cambiar. En definitiva, que te encuentres en uno de esos períodos (generalmente cortos y efímeros) en los que solemos plantearnos la necesidad de devolverle a la comunidad algo de lo mucho o poco que nos ha dado. Tranquilo, la intención no es ponerte contra la pared de tu conciencia, sino darte una mano para que puedas alcanzar ese objetivo: si estás pasando por uno de esos momentos, creemos que esta puede ser la nota ideal para vos.

Si lees la frase "donación y trasplante de médula ósea" ¿qué te imaginás? Adivinemos: una aguja tremendamente larga que alguien clava entre las vértebras de tu columna vertebral para succionar lo que hay dentro de ella. Si esta es tu idea del proceso, estás muuuuuuuy (sí, así, con siete u) equivocado.

¿Y entonces?, te preguntarás. "El procedimiento para donar médula ósea se realiza por medio de la sangre; a las células se las extrae del torrente sanguíneo periférico", te responde Juan José Chaín, hematoncólogo infantil del Hospital de Niños.

El trasplante de médula ósea puede curar enfermedades como la leucemia, la talasemia, la aplasia de la médula ósea y los déficit inmunológicos, entre otras, detalla Liliana Ramponi, representante en Tucumán de la Fundación Flexer de Ayuda a Niños con Cáncer. Algunos pacientes cuentan con un donante compatible entre sus familiares, pero representan apenas el 25% de los casos; el 75% restante debe recurrir a un donante sano, voluntario y no emparentado.

Así escrito parece sencillo, pero no lo es: para evitar el rechazo, la médula ósea donada debe ser 100% compatible con la del paciente y eso sólo ocurre en un caso entre 40.000. Por esa razón, es necesario que haya cada vez más donantes, sostienen Ramponi y Chaín. Una más: existen registros en todo el mundo. Y, si te convertís en donante, vas a figurar en ellos y el brazo de tu ayuda podrá extenderse a cualquier rincón donde lo necesiten, ofrece Adriana Karina Jerez, técnica del Registro Nacional de Donantes de Células Progenitoras Hematopoyéticas (CPH) del Incucai sede Tucumán (el registro funciona en la provincia desde 2003).

"Para donar médula ósea hay que donar una unidad de sangre, de la cual se extrae la muestra que es enviada al Registro Nacional para que los datos sean ingresados en la base de datos. En cuanto llega a Buenos Aires, la muestra pasa a ser anónima", aclara Jerez.

Si se detecta una posible compatibilidad, el Registro se comunica con el donante para confirmar que mantiene su deseo de donar y, si la respuesta es afirmativa, se le extrae una nueva muestra. Esta sangre es enviada a Estados Unidos donde se la analiza junto con la del posible receptor para confirmar si son 100% compatibles. Si se comprueba esto, el donante viaja a Buenos Aires (el Incucai cubre los gastos), donde se realiza el procedimiento. "Se le coloca una vacuna activadora de las células de la médula ósea. Y el proceso se hace con una máquina de aféresis: filtra la sangre, retiene las células y la que no se usa vuelve al cuerpo del donante; dura entre dos y tres horas y no le causa ninguna alteración", aclara Jerez.

Así de sencillo, así de útil. "Donás vida en vida", lanza Adriana Onofri, encargada de comunicación del Registro Nacional. Tenelo en cuenta si estás con ganas de ayudar. Porque alguien en el mundo puede necesitarte.



Se acerca el Día Nacional
El 1 de abril es el Día Nacional del Donante de Médula Ósea. Como cae domingo y el lunes 2 es feriado (luego viene la Semana Santa) se lo celebrará el 26 de abril, informó Liliana Ramponi, de la Fundación Flexer. Explicó que ese día se harán actividades para generar conciencia sobre la importancia de registrarse como donante de médula ósea.

Del lado del receptor... te preguntaste alguna vez... cómo se vive esta situación?

Una mamá que aguarda un donante que aún no llega


Su hija de cinco años padece una enfermedad extrañísima y mortal.


Define a su hija como un sol. Y confiesa que ya puede hablar del tema sin llorar. Pero no, fracasa. Igual, sigue adelante. Sabe que la salud de la nena de sus amores depende, en gran parte, de que la conciencia de registrarse como donante de médula ósea se multiplique en la sociedad.

Antes de arrancar con el relato, la mamá pide un favor: que no se publique ni su nombre ni el de su hija, porque la abuela, que está enferma, no conoce el problema de la nena. Acordado este punto, la historia empieza. "Cumple cinco años en abril. La adopté cuando tenía un año y dos meses. Pero sus problemas de salud arrancaron a los seis días de vida. Las distintas manifestaciones iban siendo tratadas de manera aislada hasta que, en Francia, dieron con el diagnóstico: ella padece inmunodeficiencia primaria combinada, una enfermedad mortal. Mi hija es el único caso registrado del país y uno de los pocos conocidos en el mundo", cuenta la mamá. Ella conduce una empresa ligada al rubro de la construcción. La única posibilidad de cura es el trasplante de médula ósea. Pero, al no existir compatibilidad con sus relaciones biológicas, el donante debe ser no relacionado.

Por el caso de esta nena, 80 personas ya se registraron como donantes. Y su mamá sigue luchando: estudia, se informa y no deja jamás de promover la importancia de la donación.

viernes, 16 de marzo de 2012

DONAR PLASMA... O NO DONAR?

La donación de plasma reduce el colesterol

Un estudio para evaluar la salud de los donantes arroja que esta mejora

Los autores no tienen una explicación para el fenómeno

La directora de Grifols, Marilyn Rosa-Bray. / LUIS SEVILLANO
Los datos han sorprendido a los propios autores del estudio: las personas que se someten a una plasmaféresis reducen sus niveles de colesterol total y, sobre todo, del LDL, el malo. Es el resultado de un estudio observacional realizado con 663 donantes de plasma por la empresa biotecnológica española Grifols en sus centros de captación de plasma de Estados Unidos.
“No sabemos por qué” sucede, admite la directora de estos centros, la puertorriqueña Marilyn Rosa-Bray, quien hoy presenta los resultados en el congreso de la Asociación de Terapias de Proteínas de Plasma (PPTA, por sus siglas en inglés).“Nosotros lo que queríamos era estudiar qué pasaba con la salud de los donantes”, dice. Así que aprovecharon los análisis a cada uno para ver cuál era la evolución de algunos parámetros. Y el resultado fue que “el colesterol total bajaba hasta 45 puntos en hombres y 35 en mujeres, y el malo alrededor de 35 puntos en ambos grupos”, afirma Rosa-Bray.
Además, la reducción era proporcional al exceso que tenían los voluntarios. “Si una persona tenía niveles normales, no bajaba”, señala la médica, que no puede ocultar la sorpresa. “Pero se han tomado 9.000 muestras en nueve de nuestros centros en distintos lugares de la geografía de Estados Unidos para asegurarnos de que hay una representación variada, y esto es lo que ha salido”, apunta.
“Si una persona tiene niveles normales de colesterol, este no se reduce”
La plasmaféresis es un proceso de donación de sangre distinto al que se conoce más en España. Lo que se hace es extraer la sangre —hasta 800 mililitros—, someterla a una centrifugación y la fracción celular (los glóbulos) se vuelven a inyectar al paciente. Por eso, la Agencia del Medicamento y la Alimentación de EE UU (FDA) permite que el proceso se haga incluso dos veces en semana, ya que el plasma, que es agua en un 92%, se recupera mucho antes que en el caso de la sangre completa.
El laboratorio es un líder mundial en derivados de plasma, como el factor VIII que usan los hemofílicos o la inmunoglobulina, que se extraen precisamente de ese plasma.
Rosa-Bray explica que esta especie de diálisis (aunque mucho más sencilla) ya se practica en algunos casos de hiperlipemia familiar, cuando los niveles de colesterol son extremadamente altos incluso en niños.
Lo que la médica no quiere es aventurar una explicación al fenómeno, que se detectó al comparar las sucesivas analíticas de los voluntarios. “Es todo teórico. No hay una explicación. Lo que hemos visto es que no importa el peso o la edad de las personas: el colesterol, si está alto, va a bajar. Y eso lo podemos decir”, afirma. “Nosotros hicimos el estudio para asegurar que donar era seguro”, indica.
"No importa el peso o la edad de los donantes: si el colesterol está alto, va a bajar"
De hecho este tipo de trabajos están en auge. A diferencia que en España, en EE UU hay muchas donaciones de órganos de vivo, y ver los efectos en la salud de quienes ceden un riñón es muy importante para fomentar esta práctica. Por eso son frecuentes los estudios sobre su esperanza de vida y otros datos relacionados. Por cierto, que esta suele ser incluso superior a la de la media, no porque donar alargue la supervivencia, sino porque solo se deja someterse al proceso a personas sanas. Pero eso, al menos, indica que su calidad de vida no se resiente. “Nosotros dependemos de los donantes y por eso tuvimos la curiosidad de hacer este trabajo. Porque tan importante como la salud de quien recibe nuestros productos es la de quien nos los facilitan”, manifiesta la experta.
Rosa-Bray no quiere apuntar aplicaciones futuras de este hallazgo. “El metabolismo del colesterol es muy complicado”, dice. Aunque la gente está acostumbrada a oír que lo malo es tenerlo alto, esta molécula tiene una función en el organismo. Es parte del proceso de producción de hormonas y forma parte de la membrana celular. Por eso tan importante como que su nivel cuando es excesivo baje está el hecho de que las personas con niveles normales no experimentan una reducción, recalca la experta. Además, “hay que tener en cuenta que los donantes son, por definición, personas sanas”, añade como otro factor que puede haber condicionado los resultados. “Eso sí, descartamos, con la entrevista que les hacemos antes, que el cambio pueda deberse a una modificación de hábitos, de dieta o de medicación”, asevera.
Como mucho, la médica apunta a que “el cuerpo humano es listo”. “No es un cubo en el que se añaden o quitan cosas. Parece que él se autorregula”. Por eso, ella espera “que los datos despierten la curiosidad de la comunidad científica”.
Esta idea de “abrir una puerta” es una constante en las explicaciones de Rosa-Bray. La idea de limpiar la sangre no es nueva, y Grifols está incluso haciendo estudios con alzhéimer, en los que, en un proceso algo más complejo, se retira la proteína beta-amiloide de la sangre. Este es uno de los indicadores de esta enfermedad neurodegenerativa porque se acumula en el cerebro, impidiendo el correcto funcionamiento de las neuronas.